lunes, 10 de abril de 2017

El secreto del éxito de la empresa actual: Servir



Por Raúl Gorrín.- No hay dudas al respecto entre los especialistas, así como en las escuelas de negocios: el servicio, la calidad, los equipos de trabajo, el liderazgo y las comunicaciones, son clave del éxito empresarial.

Esto, aparte de los avances tecnológicos y la digitalización.

Pero de todo ellos, el que se dirige directamente al corazón de la actividad empresarial, es el servicio al cliente. Tiene que ver con la naturaleza humana misma. El hombre se complace al verse bien servido y atendido. Es como sentirse valorado en su justa dimensión.

El buen servicio encuentra sus raíces en el espíritu de servicio.

Corresponderá a las empresas, por tanto, hilvanar la plenitud de las personas que son servidas con la perfección de quienes sirven, aunados a la búsqueda de los beneficios económicos a que toda empresa legítimamente aspira. 

Pero, además, el espíritu de servicio también se vincula al resto de las grandes preocupaciones de las organizaciones, como son la calidad, la conformación de equipos de trabajo, el liderazgo y las comunicaciones interpersonales.

El espíritu de servicio tiene un doble carácter, pues ser humano es social por naturaleza pues se relaciona con el resto de los hombres, es decir, ejerce la sociabilidad; y también es un don que las personas poseen íntimamente que los lleva y conmina a prestar ayuda y contribuir con el otro. Es un deseo de entrega hacia los demás.

No es un accidente, no es casual, es imperativo del ser humano el relacionarse con los demás para sentirse pleno. Interactuar con los otros es lo que va perfeccionando al ser humano. No hay crecimiento si no hay aporte a los demás.

El hombre se siente pleno y feliz solamente cuando establece contacto con los demás hombres, se relaciona, interactúa y contribuye con ellos. Esta necesidad surge, obviamente, de ese don propio de la naturaleza humana que lo lleva a servir a sus semejantes.

La empresa es una actividad humana y, como tal, el servicio forma parte vital, fundamental, medular de la organización. 

El espíritu y las acciones de servicio ocupan un lugar especial en el seno de las organizaciones. 

Y aun cuando la motivación de las empresas responda a un interés de rentabilidad, el servicio es base de ellas al no poder negar su condición de actividad humana.

El espíritu de servicio dentro de las empresas impacta primeramente en los propios miembros de la organización, quienes en todo momento buscan relacionarse con el resto de la sociedad, entre quienes se cuentan los clientes, los accionistas, los proveedores, la comunidad local, los otros trabajadores de la organización, entre otros.

Para que las personas orienten su conducta al ejercicio permanente del servicio, es imprescindible que opere un crecimiento interior que viene dado por el enriquecimiento por vía del conocimiento, buenos hábitos operativos, técnicos y morales. Quien sirve, crece en su propio bien.

Las empresas con espíritu de servicio fortalecen la calidad de sus relaciones internas y externas, destacando entre estas últimas, el trato y atención con los clientes y potenciales consumidores.
El fruto de un buen servicio es el crecimiento de la clientela y su mayor fidelidad con la marca.


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