Por Raúl Gorrín.- Cuando en alguna ocasión nos hemos
preguntado qué hacer ante la difícil crisis económica que afecta el presupuesto
familiar, o hemos cuando queremos darle el mejor destino a los mermados ahorros
que dicha crisis nos ha permitido reunir, la mejor respuesta tal vez la tenga
un asesor patrimonial. Pero, ¿quién es este personaje y cómo nos puede ayudar?
El asesor patrimonial puede ayudarnos a responder preguntas
relacionadas con la manera de asegurar a la familia en caso de que al jefe de
hogar llegará a ocurrirle algo o simplemente llegara a faltar. Igualmente puede
servir para dar respuestas más gratas como la mejor forma de dejar de trabajar
en el futuro y disfrutar de un aun adecuado plan de retiro.
La mayoría de las personas no se detiene a pensar en su
futuro, esa es una lamentable realidad.
Pero si es de los que en este momento se plantea estas
interrogantes y no sabe cómo resolverlas, la mejor alternativa es acudir donde
este profesional.
dedor
de seguros, como muchos suelen confundir, sino un experto que puede orientarle
acerca de la mejor manera de invertir sus ahorros, su patrimonio, para que
obtenga el mejor beneficio.
Por lo general son profesionales en el área de la economía,
las finanzas y la administración que le indican y guían sobre los diversos
instrumentos disponibles en el mercado en los que puede ahorrar con el menor
riesgo posible.
El asesor patrimonial deberá hacer un análisis de riesgos y
de su patrimonio para poder orientarle sobre la mejor inversión y destino que
pueda darle a su dinero.
Para llevar a cabo su trabajo con eficiencia, el asesor
patrimonial debe conocer datos referentes a usted, tal como su edad, capital
disponible, situación profesional, personal y familiar, así como cualquier otra
inversión que ya posea.
Sólo con toda la información precisa a su disposición, podrá
hacer una buen análisis y diseñar una estrategia estructurada en torno a al
panorama que los referidos datos le dibujen.
Entre el asesor patrimonial o financiero y el su cliente
debe generarse una relación de confianza, respeto y confidencialidad. El asesor
debe velar por los intereses del cliente como si fueran los suyos.
Por ello, las personas que recurran a estos profesionales
deben hacerlo luego de haber hecho un análisis de todas las opciones,
consultado con personas e instituciones con credibilidad, de manera que pueda
ponerse en las mejores manos.
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