martes, 11 de abril de 2017

Salud organizacional: Estrategia para el éxito empresarial



Por Raúl Gorrín.- Una empresa en la que sean frecuentes el ausentismo laboral, los accidentes de trabajadores, la rotación de personal, el presentismo, es una institución con una mala salud organizacional. 

Y esta situación, señores, se reflejan en altos costos que afectan los presupuestos que deberían estar destinados a producción y motivación laboral, por ejemplo.

Se estima que el costo del ausentismo y el presentismo laboral ya alcanzan cifras espeluznantes en todo el mundo. Hablamos de pérdida económica, no solamente para las empresas sino para la sociedad en general.

Igualmente, los accidentes laborales, aparte del costo económico, generan otro que es mucho más conmovedor, el de familias donde un miembro o cabeza de la misma que muere o resulta mutilado y condenado a la minusvalidez y discapacidad. Este es un costo incuantificable. 

La salud organizacional es un asunto vital, primordial, para todas las empresas y emprendimientos. Tiene que ver con seguridad, pero también con comunicación y permeabilidad entre las distintas partes de la estructura de la empresa o emprendimiento.

La mala comunicación afecta profundamente el clima laboral e impide el entendimiento. A la final esto se refleja en resultados negativos para la organización.

La mala salud organizacional tiene efectos en lo económico y en lo social y, de no tratarse a tiempo y debidamente, deviene en patologías que pueden afectar severamente la estabilidad empresarial. 

Y ni hablar cómo afecta esto a la productividad y la rentabilidad de las organizaciones.

Pero la salud organizacional puede verse afectada por el estrés y la depresión cuyos niveles son cada vez más alarmantes en el seno de las empresas y emprendimientos.

Factores como la sobrecarga laboral, mal reparto de tareas, ausencia de políticas de conciliación, horarios excesivos, salario insuficiente, mal ambiente laboral, y un largo etcétera conducen a la conformación de una organización triste, infeliz. 

Los directivos empresariales no han entendido en su totalidad que invertir en salud organizacional es invertir en más productividad y más rentabilidad. Un empleado feliz es un trabajador dispuesto a producir y a dar la milla extra para que se cumplan los objetivos y metas de la organización.

Otra inversión importante es la que deben hacer las empresas en especialistas que se encarguen de trabajar estos aspectos en el seno de las organizaciones. La psicología organizacional es una disciplina que tiene mucho que aportar en pro de la salud organizacional y sus profesionales deben formar parte del área de recursos humanos y de planificación institucional.

El éxito empresarial será el resultado de una buena política de salud organizacional.


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