martes, 7 de febrero de 2017

La humildad es una virtud que no debe perderse jamás



Por Raúl Gorrín.- Reconozco en mí , la capacidad de estar abierto a la retroalimentación. Soy enemigo de la  intimidación y me catalogo por ser empático, claves que como empresario me han permitido crecer como líder , ante todo con humildad, porque nadie nace empresario ni se hace de la noche a la mañana.


Un buen líder sabe que no puede lograr las cosas solo y que depende de la inteligencia, experiencia, compromiso, participación y, sobre todo, de la motivación de su equipo de trabajo.

Así, su labor debe estar más dirigida a explotar la grandeza de los miembros de su equipo que a demostrar la suya. En pocas palabras, ser humilde no solo es sabio, sino efectivo. 


Tome en cuenta las siguientes claves:

-         Reconoce que siempre puede haber otro que sea capaz de hacerlo mejor. Y es muy probable que así sea. El líder no es el más dotado en todos los aspectos, sino que su principal habilidad es ver y reconocer lo que otros hacen y orientar esas acciones.

-         Reconoce tus obstáculos o defectos que te impiden ser mejor. Al hacernos conscientes de esos obstáculos podremos trabajar sobre ellos.

-         Deja que otros (sobretodo tus subordinados) puedan decir tus faltas sin que te enfades ni defiendas ni intentes justificarte. Agradece la corrección como una colaboración que te prestan para mejorar.

-         Aprende de los demás. Aprende de todos y manifiéstalo.

-         Reflexiona sobre los errores, no busques "cabezas de turco” donde no las hay. En muchas ocasiones, lo que fracasan son nuestras estrategias o proyectos y no nuestros empleados.


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