Por Raúl Gorrín.- Una información esencial para todo
empresario es saber a ciencia cierta qué es lo que posee, de qué es dueño
realmente, con qué cuenta y cuál será el legado que le dejará a las suyos. La
contabilidad le permite hacer estos cálculos.
Conocer los movimientos contables le hará poner en
perspectiva la situación económica de su negocio y sustentado en dicha
información podrá tomar decisiones.
Hacer un balance que arroje información sobre el estado de
una empresa de tal manera de establecer con claridad cuál es su patrimonio,
depende de los datos que sobre los activos, el pasivo y el patrimonio neto de
la empresa se posea.
Ahora veamos, cada uno de estos elementos:
El activo está constituido por los bienes y derechos de la
organización y se divide en activo corriente y no corriente. El primero lo
componen los inventarios, el efectivo disponible y las cuentas por cobrar e
inversiones de menos de un año. El segundo son los materiales, herramientas, bienes
intangibles, inversiones financieras e inversiones inmobiliarias permanentes de
más de un año.
Entretanto, el pasivo, lo constituyen las fuentes de
financiación externas de la organización, es decir las deudas y obligaciones.
Se divide de igual forma que el activo, siendo que el pasivo corriente son las obligaciones
con proveedores, los créditos bancarios, las obligaciones fiscales con vencimiento
a menos de un año. El pasivo no corriente son los préstamos bancarios, las deudas,
bonos y obligaciones con vencimiento superior a un año.
Por su parte, el patrimonio neto viene a ser el valor
contable real de la empresa, el cual se establece al hacer la diferencia entre
el pasivo y el activo.
Juntos, el patrimonio neto y pasivo, conforman los medios de
financiación de la empresa, pero hay que advertir algunas diferencias sensibles,
pues mientras el primero se refiere a la financiación interna, el segundo tiene
que ver con la financiación externa. Además, el pasivo es exigible a una fecha
de vencimiento y el patrimonio neto no lo es.
Para calcular el patrimonio neto hay que partir de la base
de que el activo de la organización se consigue al sumar el pasivo y el
patrimonio neto. Es el resultado de deducir el pasivo exigible del activo total,
es decir, el patrimonio neto es igual al activo menos el pasivo.
El patrimonio neto o pasivo no exigible se compone de los
fondos propios (capital de la empresa, las reservas y los resultados del
ejercicio), los ajustes por cambio de valor (cambios en el valor de los activos)
y las subvenciones, donaciones y legados recibidos (contribuciones entregadas
por terceros).
El balance refleja la situación económica de la empresa en
un determinado momento y en él se contempla toda la información que tiene que
ver con el patrimonio de la empresa, su activo, pasivo y el patrimonio neto.
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