Por Raúl Gorrín.- La pequeña y mediana empresa mueve la
economía en cualquier país, son ellas las que mayor número de puestos de
trabajo ofrecen y las que satisfacen buena parte de las necesidades que la
sociedad tiene en materia de productos y/o servicios.
Pero las PYMEs, como también se les conoce, requieren de
inversión la cual, a su vez necesita de fuentes de financiamiento.
Acudir a las entidades bancarias sigue siendo la principal
vía para la obtención de créditos para lo cual, deben definir sus necesidades
con base a los objetivos que se plantee estas organizaciones.
Asimismo, deben
poner orden en la contabilidad, de manera de poder acceder a las líneas de
financiamiento.
La solicitud de crédito no es cuestión que pueda manejarse
alegremente y, por tanto, en las pequeñas y medianas empresas, del crédito
obtenido depende, en muchas ocasiones, la supervivencia de los negocios.
La obtención de crédito es directamente proporcional a la
capacidad de estas empresas de mantener un ingreso constante de capital. Esto
en virtud de que, por lo general, el tamaño de estas organizaciones les deja un
margen pequeño de ahorro en que el funcionamiento depende del financiamiento
que logren conseguir.
Corresponde además a los pequeños y medianos empresarios,
tomar previsiones en esta época actual caracterizada por la crisis económica
global en todo el mundo.
Estas previsiones pasan por mejorar la eficiencia y eficacia
de los negocios, cumplimiento de los objetivos y metas, organización contable,
optimización de los procesos productivos y reducción del gasto, entre otros
aspectos.
Una manera de lograr esto es la búsqueda de asesoría
especializada y la contratación de servicios de consultoría.
A objeto de lograr e mejor provecho del crédito recomendamos
a las PYMEs definir claramente sus objetivos, un paso previo e imprescindible
antes iniciar la búsqueda de financiamiento. Hay que tener una visión precisa
acerca del destino que se le quiere dar al financiamiento de manera de sacarle
el mejor y mayor provecho posible. Luego de establecer cuál es el estado
financiero de la organización, entonces se podrá definir el monto del crédito a
solicitar.
Luego, el pequeño y mediano empresario debe iniciar la
búsqueda y comparación de las distintas opciones existentes y analizar con
detenimiento cual es la que más le conviene. Debe ponderar las necesidades de
su organización con los servicios financieros disponibles, estudiar las
condiciones, plazos, intereses, etc. Sólo entonces deberá tomar una decisión.
Es necesario no tomar decisiones apresuradas.
Luego lo que corresponde es poner orden en toda la
documentación que debe presentar a la entidad financiera. Los bancos son muy
estrictos en este sentido y observan con mucho cuidado la meticulosidad de los solicitantes.
Preparase desde antes y elabore un plan de pago antes de
solicitar su crédito, Sea previsivo. Este le ayudará también a programar su
presupuesto. Piense que a partir de la obtención del financiamiento, aparte de
los gastos operativos deberá cubrir las cuotas de cancelación de dicho crédito.
Actuar de esta manera le permitirá tener un balance
financiero sano que le brinde posibilidades maniobra en el corto, mediano y
largo plazo, sobre todo en lo que a liquidez se refiere. Si procede de esta manera
realizará sus pagos a tiempo y fortalecerá su historial crediticio, algo
fundamental para el buen nombre de su organización.
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