Por Raúl Gorrín.- Cuando nos disponemos a elaborar un
proyecto y establecer cuál va a ser su contenido, lo más difícil es determinar
qué es lo más importante para así abordar cada punto según su significación, es
decir, de acuerdo a su prioridad.
Esto es vital para tomar decisiones.
Una herramienta que facilita el trabajo es
la matriz de priorización, la cual permite seleccionar las opciones y ubicarlas
en el esquema de trabajo mediante la ponderación y aplicación de criterios.
La matriz de priorización hace posible
fijar los criterios a utilizar y determinar las alternativas que conllevarán a
adoptar una decisión. Esto se hace a través de la clarificación de los problemas,
la visualización de oportunidades que conlleven a mejorar los proyectos.
Y es muchas veces lo más complicado no es
definir el contenido de un proyecto, sino priorizar las tareas que se deben
desarrollar para su ejecución. No todas las tareas que lo conforman tienen la
misma importancia e impacto, y por ello hay que jerarquizarlas.
Esto es posible mediante la matriz de
priorización que, hablando claramente, no es más que una tabla u organigrama en
el que vierten una serie de criterios y se establecen las relaciones que tienen
entre sí. Lo que se busca es obtener información sobre la importancia de cada
uno de estos criterios para entonces poder definir determinar cuáles son las
tareas más importantes.
¿Cómo hacer una matriz de priorización?
Entre las claves está el identificar el
valor de los criterios de evaluación, en virtud de que ellos llevarán a
visualizar la relevancia de cada una de las tareas.
Hay que prever los problemas que pueden
presentarse en el camino.
Es preciso analizar las alternativas de
solución a los problemas antes establecidos y fijar el plan de ejecución.
Y así cómo se visualizan los problemas con
anticipación, también hay que hacerlo con las oportunidades para mejorar el
desarrollo de los proyectos.
Para implementar la matriz de priorización
defina en primer lugar el objetivo a alcanzar y las distintas opciones que
tiene para alcanzarlo.
Con el objetivo a alcanzar en mente, defina
cuáles serán los criterios para tomar las decisiones. Jerarquice las tareas
atendiendo el tiempo de ejecución, los recursos con que se cuenta, el impacto,
entre otros factores.
Pondere los criterios y las opciones
estableciéndole valores cuantitativos y cualitativos a cada uno.
Entonces proceda a seleccionar la mejor
opción.
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