jueves, 9 de marzo de 2017

Señales que alertan de una baja inteligencia emocional



Por Raúl Gorrín.- Los estudios sostienen que las personas con mayor índice de inteligencia emocional superan en un 70 por ciento a las personas con inteligencia promedio en el trabajo.

Tal revelación demuestra que hace falta algo más que agilidad mental, ciertos conocimientos básicos y cultura para salir adelante.

No hay dudas, la inteligencia emocional permite a las personas destacar sobre el resto de quienes están a su alrededor. Existe una conexión directa entre la inteligencia emocional y el éxito.

Y es que, definitivamente, la inteligencia emocional es determinante para definir la manera cómo nos manejamos en la sociedad, en la familia, el trabajo. Ella nos ofrece herramientas para resolver los problemas, los inconvenientes, las complejidades sociales.

En pocas palabras, a través de la inteligencia emocional podemos tomar las decisiones adecuadas ante los problemas con resultados positivos.

Para quien no puede o no está dispuesto a pagar lo que cuestan las pruebas para medir la inteligencia emocional, hay algunas señales que pueden servirle para saber cuándo se posee una baja IE y, por tanto, evitarlas.

El primer indicativo de una baja inteligencia emocional lo encontramos en la facilidad que las personas tienen para estresarse.

El ignorar las emociones tiende a causar tensión en las personas. Ese “tragar grueso” respecto a lo que se siente, definitivamente no es bueno. Cuerpo y mente se afectan con ello.

La inteligencia emocional ayuda al manejo adecuado del estrés, pues permite identificar las situaciones que causan angustia y a enfrentarlas adecuadamente y a tiempo.

Quienes no se valen de la inteligencia emocional recurren a otros métodos que no son saludables para el manejo de la presión. Por tanto, estas personas tienen más posibilidades de padecer ansiedad y depresión.

Otra señal de baja inteligencia emocional se refleja en la poca capacidad para ser asertivo.

Quien posee IE puede balancear mejor sus emociones y estás no lo extralimitan, ponen barreras para evitar el abuso.

La inteligencia emocional propicia buenos modales, cordialidad y empatía, una combinación de elementos que facilita el manejo correcto de los conflictos, pues pueden mantener la calma, controlar sus emociones y resolver con cabeza fría.

No poder identificar lo que siente es también una señal de baja inteligencia emocional. Quien conoce sus emociones puede entonces controlarlas.

Algo que indica una baja inteligencia emocional es el proceder a emitir rápidamente juicios, se apoyan únicamente en sus propias posturas e ignoran lo que pueda contradecirlos. Discuten con vehemencia en defensa de sus posiciones y no dan oportunidad al análisis concienzudo de la situación para ver otras posibilidades de solución.

Las personas con baja inteligencia emocional guardan rencores que se acumulan dentro de ellos causándoles agobio y malestar.

Del mismo modo, las personas emocionalmente inteligentes una vez que han identificado sus errores, se alejan de ellos y tratan de evitarlos. Los mantienen a distancia de manera consciente lo cual les recuerda la enseñanza de no incurrir en ellos nuevamente.

Las personas con baja inteligencia emocional sienten que nadie los entiende, se ofenden con facilidad y culpan a los demás de aquello que los hace sentir mal.

Es posible el entrenamiento para lograr el control emocional y repitiendo actitudes y acciones inteligentes. Esto permite ir borrando del cerebro las respuestas negativas. Así, antes de siquiera pueda darse cuenta estará respondiendo con más inteligencia emocional.



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