Por Raúl Gorrín.- Hemos hecho referencia no en pocas
oportunidades a la necesidad que tienen las organizaciones de buscar
financiamiento para el desarrollo de sus proyectos, siendo que los créditos
bancarios y de otras instituciones financieras constituyen una de las
principales fuentes de dicho financiamiento.
Entre las características de los créditos de los bancos
otorgan pueden estar los llamados periodos de gracia, es decir un tiempo
durante el cual las organizaciones o personas que contratan los préstamos, no
pagan cuota alguna.
Algunos bancos otorgan hasta seis meses de gracia.
Pero, atención, esto que a primera vista puede lucir como
una gran ventaja, puede no serlo tanto si se analiza con detenimiento.
Así que estudie muy bien la oferta para saber si decide o no
tomar ese crédito con meses de gracia para para pagarlo.
No solamente se debe estar atento a las tasas de interés que
los bancos cobran cuando se está solicitando un crédito, sea este hipotecario o
de consumo.
Lo pertinente es estudiar si de acuerdo a la naturaleza de
su negocio o del proyecto a desarrollar con dicho crédito, le conviene tomar el
préstamo con periodo de gracia incluido, pues se trata de un “beneficio” que no
es bueno en todos los casos y para todas las personas.
Y es que pagar la primera cuota de un préstamo tres o seis
meses después de haber obtenido el crédito no es algo que los bancos otorgan
gratuitamente. No, en lo absoluto, usted deberá pagar por ello.
Los intereses corren desde el primer momento en que se
contrata un crédito. Estos, amigos, no tienen período de gracia alguno. Estos
intereses se irán sumando al capital durante esos meses y será sobre ese nuevo
monto acumulado que usted deberá comenzar a pagar sus cuotas al culminar el
período de gracia. Se produce una indexación, toda vez que al segundo mes los
intereses serán sobre el monto inicial más intereses acumulados y así
sucesivamente.
Como puede verse, el costo no es nada bajo y por ello hay
que hacer muy bien las cuentas si no se quiere llevar una desagradable sorpresa
al tener que pagar la primera cuota de su crédito.
Aparte de los periodos de gracias, algunos créditos pueden
ofrecer meses de no pago, que se pactan entre el cliente y el banco. Al igual
que el periodo de gracia, los intereses se capitalizan durante estos meses de
no pago.
Se diferencian uno de otro —periodo de gracia y meses de no
pago— en que el primero, una vez se pacta, no tiene vuelta atrás, mientras que
los segundos es posible reconsiderarlos, es decir, el cliente pese a haberlos
pactado puede luego desistir de recibirlos.
Así que permanezca atento ante esa “maravillosa oferta” del
banco en la que le ofrece un periodo de gracia.
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