martes, 14 de marzo de 2017

Atentos a los periodos de gracia de sus créditos



Por Raúl Gorrín.- Hemos hecho referencia no en pocas oportunidades a la necesidad que tienen las organizaciones de buscar financiamiento para el desarrollo de sus proyectos, siendo que los créditos bancarios y de otras instituciones financieras constituyen una de las principales fuentes de dicho financiamiento.

Entre las características de los créditos de los bancos otorgan pueden estar los llamados periodos de gracia, es decir un tiempo durante el cual las organizaciones o personas que contratan los préstamos, no pagan cuota alguna.

Algunos bancos otorgan hasta seis meses de gracia.

Pero, atención, esto que a primera vista puede lucir como una gran ventaja, puede no serlo tanto si se analiza con detenimiento.

Así que estudie muy bien la oferta para saber si decide o no tomar ese crédito con meses de gracia para para pagarlo.

No solamente se debe estar atento a las tasas de interés que los bancos cobran cuando se está solicitando un crédito, sea este hipotecario o de consumo.

Lo pertinente es estudiar si de acuerdo a la naturaleza de su negocio o del proyecto a desarrollar con dicho crédito, le conviene tomar el préstamo con periodo de gracia incluido, pues se trata de un “beneficio” que no es bueno en todos los casos y para todas las personas.

Y es que pagar la primera cuota de un préstamo tres o seis meses después de haber obtenido el crédito no es algo que los bancos otorgan gratuitamente. No, en lo absoluto, usted deberá pagar por ello.

Los intereses corren desde el primer momento en que se contrata un crédito. Estos, amigos, no tienen período de gracia alguno. Estos intereses se irán sumando al capital durante esos meses y será sobre ese nuevo monto acumulado que usted deberá comenzar a pagar sus cuotas al culminar el período de gracia. Se produce una indexación, toda vez que al segundo mes los intereses serán sobre el monto inicial más intereses acumulados y así sucesivamente.

Como puede verse, el costo no es nada bajo y por ello hay que hacer muy bien las cuentas si no se quiere llevar una desagradable sorpresa al tener que pagar la primera cuota de su crédito.

Aparte de los periodos de gracias, algunos créditos pueden ofrecer meses de no pago, que se pactan entre el cliente y el banco. Al igual que el periodo de gracia, los intereses se capitalizan durante estos meses de no pago.

Se diferencian uno de otro —periodo de gracia y meses de no pago— en que el primero, una vez se pacta, no tiene vuelta atrás, mientras que los segundos es posible reconsiderarlos, es decir, el cliente pese a haberlos pactado puede luego desistir de recibirlos.

Así que permanezca atento ante esa “maravillosa oferta” del banco en la que le ofrece un periodo de gracia.


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