Por Raúl Gorrín.- La economía para funcionar requiere de la
convergencia de varios factores y variables que tienen que funcionar paralela y
armoniosamente. Para que la oferta funcione también debe hacerlo la demanda, la
una sin la otra carecen de sentido.
En la economía hay dos conceptos que son fundamentales: desarrollo
y producción.
Las sociedades crecen y se desarrollan a través de la
producción, la creación, la diversificación y la aplicación.
La expansión económica que resulta en desarrollo es posible
a través del surgimiento de figuras, instrumentos y entidades, tales como las
microempresas y las pequeñas y medianas empresas, las cuales centran su
actividad en la producción eficiente de los bienes y servicios que la sociedad
necesita.
Las microempresa y las pymes son las que generan la mayor
cantidad de empleo en todo el mundo, ellas son el eje de crecimiento y
desarrollo económico de los países del orbe. Lo mejor es que fomentan la
expansión económica en áreas innovadoras a un costo reducido.
En tiempos de crisis si no se les presta apoyo a través de
políticas económicas que faciliten su financiamiento, las economías corren el
riesgo del colapso con las graves consecuencias que esto conlleva en pérdida de
empleo y producción de bienes y servicios.
En este lado del mundo, las microempresas y las pequeñas y
medianas empresas suponen la mayor fuente de recursos económicos. En el
continente africano, la microempresa se ha convertido en el elemento propulsor
de la economía por vía del microcrédito.
Entre uno y otro continente varías los requisitos que hacen
a las organizaciones encajar o no en la categoría de microempresa. Por ejemplo,
mientras que en América su catalogación depende de los ingresos que
generalmente no superan los cinco millones de dólares, en Europa se las
clasifica por el número de puestos de empleo que generan, siendo que para
entrar en la clasificación no pueden ser más de 250 trabajadores.
Para que el binomio apunte al perfeccionamiento, es
necesario fomentar la calidad y la competitividad en los criterios de creación
de pequeñas y medianas empresas y de esta manera estaremos en presencia de la
optimización económica.
La innovación debe regir los procesos de las microempresas y
pymes y, seguramente, estaremos asistiendo al proceso de recuperación económica
que tanta falta hace en estos tiempos de crisis.
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