miércoles, 27 de abril de 2016

Raúl Gorrín: El empresario humanista no sólo busca hacer dinero, sino crear un negocio sólido


Por Raúl Gorrín. Los empresarios humanistas no pretenden con sus acciones, única y exclusivamente, hacer dinero y producir riquezas, sino que la intención es construir un negocio sólido que sea capaz de dar a aquellos sectores de la sociedad que más lo necesitan.

Los empresarios humanistas buscan, a través de sus acciones, un equilibrio entre los beneficios y la conciencia social. La economía en su esencia debe servir para dar bienestar al ser humano, ofrecerle oportunidades para desarrollar sus talentos en base a la formación y el acceso a los productos y servicios de calidad. 

Las empresas de carácter humanistas tienen como meta fundamental servir al ser humano, y  actuar como un verdadero ente transformador en la sociedad.

El empresario humanista recibe recompensas espirituales por su actuaciones en beneficio de la gente. Cuando las empresas logran conseguir el balance entre la creación de riqueza y el otorgar beneficios a la gente, con la cual va a compartir su éxito en el mercado y sus logros a nivel social.
 
Los empresarios humanistas se destacan por la pasión que le ponen a su trabajo, y su insistencia en lograr el valor compartido con los entornos internos y externos. Hay una visión que reposa en los valores humanos, en la ayuda aquellos que lo necesitan, en los aportes a la sociedad, en motivar aquellos que se siente excluidos para que se integren y descubran sus verdaderos talentos, y logren formarse y formar parte del sistema, el cual se beneficia de la integración de los sectores que tradicionalmente han estado marginados para que formen parte de una sociedad productiva y responsable de su propio bienestar.


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miércoles, 20 de abril de 2016

Raúl Gorrín: Los líderes humanistas basan su autoridad en los méritos y no en el poder


Por Raúl Gorrín. Las complejidades del mundo empresarial de hoy día hace que existan una especie de lista sobre lo que deben tener los líderes en la actualidad. Así, hablan que los líderes deben ser perfectos, con alto perfil, capaz de dar órdenes y hacer que las mismas sean cumplidas a la perfección, logrando que las empresas funcionen como máquinas de producción. No obstante, en la práctica real, los liderazgos que se requieren en las circunstancias actuales van más allá, los líderes empresariales deben tener una visión humana del negocio, una valoración de la persona como el ente principal del sistema empresarial.

Los líderes impregnados con los valores de los humanistas buscan integrar a las personas que conforman la empresa a un proceso que incluye una visión ética del negocio, suelen usar técnicas que los diferencian de los perfiles dominantes del liderazgo tradicional.

En nuevo “liderazgo” con dimensión humana, es- si se quiere- más imperfecto, complejo y funciona mejor para resolver los grandes desafíos que como sociedad enfrentamos.

Los líderes humanistas son capaces de contribuir al despliegue de un sistema que se basa en la autonomía propia, lo que indica que la cabeza no es indispensable para que el proceso se dé con la activación de todas las partes. El  rol del líder humanista no es otro que facilitar un entorno de gestión colaborativo, donde la gente se sienta absolutamente responsable de lo que hace; basado en motivaciones intrínsecas y no por órdenes limitantes y restrictivas.

Los líderes humanistas suelen ser coherentes, fáciles de adaptarse a las circunstancias, sin rigidez, sin fanatismo. Además, son sensibles sin ser débiles, suelen tener el mérito como fuente de autoridades, y no el poder, lo que indica que procura cultivar una autoridad legítima, que se base en la confianza y en la transparencia. 




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miércoles, 13 de abril de 2016

Raúl Gorrín: El emprendedor humanista


Por Raúl Gorrín. Los cambios que se han experimentado en el mundo, y gracias al desarrollo de las redes sociales y la información global, han permitido echar por tierra muchos estereotipos que habían sobre los empresarios. Aquella vieja idea que los empresarios son trabajadores solitarios, inventores introvertidos que con una idea se hicieron multimillonarios se queda de lado para pasar a un nuevo paradigma en el cual los empresarios desarrollan nuevos principios y valores que les permite convertirse en entes de acción positiva para el cambio social.

 

Hoy en día, los empresarios están bajo escrutinio social y entiende la necesidad de estar conectados con la gente, no sólo como factor generador de empleos y productor de bienes y servicios, sino que en la medida en que las transformaciones se han venido produciendo en la colectividad, los empresarios se han encontrado con reto enormes que incluyen la conversión en entes de acción positiva en sus entornos. Cada día son más los emprendedores que se activan en el cambio y asumen el compromiso social, basado en principios y valores humanistas.

El espíritu empresarial  humanista se puede caracterizarse por:

  • Tener un impacto social, económico o cultural positivo
  • La enseñanza de la creatividad, la innovación y el descubrimiento como pilares claves de la empresa
  • El cultivo de carácter individual a través de aprender la asunción de riesgos y la persistencia
  • Los empresarios pueden impulsar un cambio positivo en todo tipo de industrias y en las organizaciones de todas las formas y tamaños.

 
Los empresarios humanistas deben ser capaces de desafiarse a sí mismos, de hacer preguntas difíciles, pensar críticamente, desarrollar soluciones innovadoras y crear organizaciones que efectúan un cambio significativo en la sociedad y a beneficio de la gente.

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viernes, 1 de abril de 2016

Raúl Gorrín: El humanismo y los negocios, un esquema a favor de la gente

Por Raúl Gorrín. Definitivamente el mundo empresarial está cambiando. Diariamente crece el número de líderes empresariales con conciencia social que, preocupados por la realidad de sus empleados o de los lugares donde están establecidas las empresas, se deciden a modificar el ámbito de acción que ocupan para mejorar la situación de sus entornos.
 
Con el paso del tiempo los ejemplos se multiplican. Microcréditos, saneamiento del medio ambiente o la recomposición familiar son algunos de los temas que se abordan con pasión en un mundo empresarial cada vez más heterogéneo y lleno de posibilidades de ampliar sus acciones en beneficio de las personas.

Las empresas basadas en valores humanistas buscar actuar como un elemento activador positivo en las comunidades, en especial aquellas que se encuentran en situación precaria. La idea es contribuir en la búsqueda de soluciones para mermar la pobreza ha permitido en algunos países crear programas que ayuden a la gente a mejorar sus niveles de vida. Entendemos que hay que atacar los cuatro pilares sobre los que se sostiene la pobreza: la falta de crédito, la falta de educación, el aislamiento por la falta de trabajo y la ausencia de vínculos. Las empresas humanistas trabajan para cambiar esa realidad y permitir que la economía sirva para la gente y contribuya a buscar soluciones efectivas para solventar la situación.

Las empresas basadas en el humanismo, tienen como finalidad de generar el desarrollo social y la inclusión productiva. La idea es actuar como un elemento activador positivo que permita que la gente se les despierte y se les capacite para convertirse en agentes reales de cambio y de activación social.

El objetivo de las empresas humanistas no se limita única y exclusivamente a tomar a la empresa como un fin de lucro, sino con una concepción social. Parte de lo que la empresa genera debe volver a la sociedad y a los empleados.
 
Aprovechar el talento de la gente es una misión, hay que trabajar para desarrollar esos talentos y buscar que se queden en el país, para que juntos podamos crear condiciones óptimas para el crecimiento y el desarrollo.  Es necesario comenzar desde que están en las escuelas. Es hora de aprender del potencial que tenemos. Y para alcanzar eso hay que utilizar las empresas como vehículos del cambio.

El auge de  pensamiento humanista sobre las empresas es una extraordinaria realidad y un ejemplo de crecimiento de positivo. Cada día vemos como con mayor satisfacción como las empresas han generado programas de becas para estudiantes, talleres de formación para mejorar la educación, implementación de medios para mejorar su rendimiento en términos humanos y centrarse el aprovechamiento de las actitudes positivas y fortalezas de una organización en lugar de concentrarse sólo en las áreas de mejora.