Por Raúl Gorrín.- Lo damos por un hecho, hablamos casi a
diario de administración empresarial, de manejo de finanzas, de inversiones y
suponemos que todos entendemos y comprendemos el papel que la contabilidad
tienen en todo esto.
Así que, en primer lugar, definamos qué es la contabilidad.
Entre las diversas definiciones que existen refirámonos a la
que establece que la contabilidad es una disciplina técnica —hay quienes la
consideran una ciencia— que se encarga del procesamiento de datos referidos a la
composición y evolución del patrimonio de las empresas, emprendimientos o
instituciones, de los bienes de terceros que estén en manos de estas y de
algunas contingencias. La contabilidad produce información que facilita la toma
de decisiones por parte de administradores, emprendedores o empresarios. Estos
datos también pueden servir a terceras personas o entes para su análisis e,
igualmente, aportan herramientas para la vigilancia de los recursos, su
correcto uso y las obligaciones de las referidas organizaciones.
De estimar la contabilidad como disciplina técnica o
ciencia, se deriva la existencia de dos escuelas: la Europea Continental y la
Anglosajona.
En todo caso, la contabilidad comienza con la entrada de
datos y el manejo de estos.
Por dato contable entendemos los objetos de contabilización,
los cuales son susceptible de medición y que se refieren a, primero, las
variaciones que tienen lugar en el patrimonio de la organización, las cuales
son producidas por las transacciones con terceros o que son generadas en el
proceso de interacción de la empresa o también, por los cambios que tienen
lugar internamente en el seno de las empresas o emprendimientos.
En segundo lugar, los datos contables también están
referidos a los bienes de terceros en poder de las organizaciones, tal es el
caso del consignatario de mercancías.
En tercer lugar, los datos contables tienen que ver con
algunas contingencias cuando se estima que los compromisos contingentes pueden transformarse
en obligaciones ciertas.
La contabilidad opera continuamente, no se detiene. Ella registra
y almacena los acontecimientos que tienen lugar en las organizaciones de manera
cronológica y que producen variaciones en el patrimonio de la empresa.
La contabilidad, pues, registrará los aportes y retiros de
capital, las compras, las ventas, los pagos, los cobros, etc., que tengan lugar
durante determinado periodo, conocido como ejercicio económico.
Finalmente, la contabilidad suministra información con la
que se pueden establecer comparaciones entre los distintos ejercicios
económicos o periodos en específico, de manera que se puedan adoptar decisiones
y, en consecuencia, surjan las soluciones a los problemas.
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