(Raúl Gorrín) El mundo entró a la era
digital y no hay vuelta atrás en ello. Por el contrario, cada día se suman más
y más adelantos que obligan a una constante actualización tecnológica. Las
empresas o emprendimientos no escapan de tal circunstancia y aquellas que lo
hacen están condenadas al fracaso y la desaparición.
Con esta
transformación del mundo también cambió la realidad del mercado.
Entonces
se impone la constante gestión de datos que, por demás, ofrece ventaja
competitiva. (Raúl Gorrín)
Las
organizaciones están obligadas a la adaptación e innovación permanente porque
los hábitos de consumo cambiaron y las estrategias de comunicación ya no son
unidireccionales sino bidireccionales, de intercambio constante. Negociar, por
tanto, ya es distinto, bajo nuevos esquemas y modelos.
Ahora
veamos algunas claves de la digitalización en las organizaciones para lograr
una correcta y óptima gestión de datos.
La primera
clave la ofrecen los dispositivos móviles, pues en ellos está el futuro de los
negocios, pues desde ya se observa que 70 por ciento de las personas que se
conectan al ciberespacio lo hacen a través de sus teléfonos. Un hecho que le da
dinamismo e inmediatez a las operaciones, tanto de comunicación como de
mercado.
Tenemos
entonces un instrumento vital para la oferta que debe potencializarse al
máximo.
Corresponde
a las empresas revisar los procesos de compra de la clientela, sus
preferencias, sus gustos, sus esquemas de compra para poder ofrecerles lo que
buscan sin que tengan que invertir excesivo tiempo en navegar.
La
transformación digital impone que las empresas revisen sus objetivos, metas y
estrategias y luego analicen los hábitos de consumo de sus clientes, qué
páginas acostumbran visitar, con qué frecuencia, las redes sociales en las que
se mueven y, por último, revisar sus herramientas de manera hacerse más
competitivos.
La segunda
clave la ofrece el conocimiento digital el cual no se obtiene en salones de
clase, sino en la calle, en el mercado, en el propio ciberespacio. Un aspecto
que se tiene que tomar en cuenta al tiempo que se impone innovar en este
sentido, es que la las pequeñas y medianas empresas aún tienen muchas
dificultades para sumarse al mundo online.
La red
ofrece un montón de herramientas y aplicaciones que es preciso conocer y
manejar, y serán esos mismos instrumentos los que ofrezcan la o las fórmulas
para incorporar a las PYME al cyber-mundo. (Raúl Gorrín)
El
intercambio de las empresas, emprendedores y startups (compañías emergentes) es
fundamental, como es igualmente importante que las PYMES se acerquen a las
firmas tecnológicas.
Otra clave
es la marca cuya vitalidad y reputación se mide muchas veces en las redes, en
las que se les evalúa y valora constantemente. Los consumidores se comunican
entre sí y discuten en torno a las marcas y sus ventajas y debilidades. Por eso
las empresas deben ser vigilantes de los mensajes que lanzan a la red y
de los que vierten su clientela o potencial clientela.
Hay que correr
tras el mundo digital y sus innovaciones. Las empresas deben andar a la caza de
los datos y para no quedarse rezagadas. Deben sumar a sus plantillas
especialistas en digitalización de la información.
Los datos
son dinero pues describen el mundo de la oferta y la demanda.
Por
supuesto, una clave de indescriptible valor es la innovación que debe ser una
permanente política en todas las áreas de la organización. Esto contribuirá a
que surjan nuevas ideas de mercado.
Finalmente
una clave que está impactando son los formatos del contenido, si bien
observamos, por ejemplo, las ofertas de bienes y servicio que en video inundan
el internet. El poder de la imagen audiovisual es impresionante. (Raúl Gorrín)
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