Por Raúl Gorrín. La falta de innovación es
una de las principales causas por las cuales los empleados y trabajadores de
las empresas o emprendimientos, en general, siempre manifiesten algún malestar
por la política de sueldos y salarios implementada.
Es
necesario que las organizaciones dejen de imitar a otras en lo que a esta
materia se refiere y se dediquen a diseñar y establecer una nueva visión sobre
la remuneración.
Este es un
asunto responsabilidad del departamento de recursos humanos de todo negocio. En
este sentido desde esta instancia se debe instruir a las distintas gerencias y
departamentos, para que superen los mitos que sobre la materia existen y están
arraigados firmemente en las instituciones. Los beneficios del trabajador van
más allá del sueldo y tienen que ver con el ambiente laboral, la confianza, la
convivencia, el crecimiento y hasta la diversión.
La
política remunerativa mal enfocada puede dar al traste con el aprendizaje, el
trabajo en equipo, y la colaboración entre departamentos.
Muchos
mitos existen que es preciso derribar entre gerentes, directores y empleados,
veamos algunos:
Los
salarios y costos son equivalentes, por lo que confundirlos conduce a la
toma de decisiones equivocadas. El salario es el sueldo total dividido entre el
tiempo.
Por costos
laborales se entiende el cálculo del total que una empresa paga a los empleados
y lo que estos producen.
Es falso
que las empresas pueden reducir los costos laborales reduciendo los salarios,
una creencia que surge de pensar que salarios y costos es lo mismo, como
señalamos anteriormente.
Es
necesario saber que los costos laborales están en función del salario y de la
productividad, por lo que una reducción de los primeros debe tomar en cuenta
todos los otros factores (salario y productividad, como ya señalamos).
No pocas
empresas han quedado sorprendidas cuando luego de reducir los salarios han
visto cómo se incrementan sus costos laborales.
Otro mito
tiene que ver con la creencia de que los costos laborales conforman una parte
importante del costo total. Esto es una verdad a medias. Lo cierto es que los
costos laborales son por lo regular el gasto más rápidamente maleable.
En la
actualidad, las ventajas competitivas se derivan de la calidad, el servicio al
cliente, la innovación en el producto o servicio, o del liderazgo
tecnológico.
En estos
tiempos se ha determinado que los incentivos individualizados en poco
contribuyen a mejorar el rendimiento y, por el contrario, socavan el trabajo en
equipo y solamente trae contribuciones en el corto plazo.
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