Por Raúl Gorrín. ¿Sabía usted que mi padre me empujó a creer que yo iba a ser el mejor. ", Esta cita de Andre Agassi uno de los mejores tenistas del mundo. Andre dijo que cuando él era un niño, su padre se mudó de Chicago para que pudiera practicar tenis dos los días. Como resultado Andrea nunca dudó de que un día iba a ser el mejor.
La forma en que hablamos a nuestros hijos se convierte en su voz interior. Es más fácil construir niños fuertes que reparar hombres rotos. Agassi se convirtió en uno de los grandes debido a dos razones. Una de ellas es que tenía el talento y la formación para convertirse en uno de los más grandes tenistas de todos los tiempos. En segundo lugar que su padre le inculcó la creencia de que él podía hacerlo. Un niño a quien se le enseña desde el principio que puede ser el más grande en lo que sus talentos les indica y un padre que les da la formación para respaldar que el refuerzo positivo está dando a su hijo la mejor oportunidad de éxito. Un niño motivado y claro de sus talentos y habilidades también será más feliz porque sus padres le anima a seguir lo que les gusta y lo convencer que donde su talento está allí y que debe explotarlo. Este tipo de padres ayuda a su hijo mantener una autoestima saludable y les enseña a trabajar concentradamente para lograr su sueño.
Un refuerzo positivo de los padres "es más que palabras verbales. Un padre puede enviar vibraciones, una actitud negativa sin decir nada negativo. Si el padre tiene la depresión o el padre tiene la autoestima negativa, entonces pueden decir palabras de aliento, pero sus acciones pueden ser muy pobres y lo que está inculcando a su hijo son sus complejos lo cual afectarán todo su futuro. Un ejemplo que suele recordarse en este asunto son la influencia que ejerce en los niños las madres amenazados que aceptan un patrón abusivo y hostil , que no pueden mostrar asertividad sino sumisión. Esas madres envían mensajes confusos a sus hijos, con el resultado de que los niños dejan de prestar atención asimismo, así como ocurre una disminución de su capacidad cognitiva. Este punto de vista de la relación de poder cobra su peaje en la capacidad de las madres para y por lo tanto para funcionar eficazmente en su papel de padre resolver problemas. Del mismo modo, las madres de los bebés que son bajos en la autoestima es decir, no creen que puedan ser padres efectivos, renunciar a la paternidad cuando creen que es una tarea es difícil y entonces se deprimen. Esas madres o padres suelen actuar de manera fría y desconectada en las interacciones con sus bebés.
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En un comunicado de prensa, Rosie O'Donnell comentó sobre su propia experiencia, "la oscura nube que llegó a mi infancia no me dejó hasta que cumplí 37 y empecé a tomar un medicamento. Mi depresión lentamente se desvaneció." Solemos pensar acerca de cómo una actitud positiva puede afectar nuestra vida, rara vez nos damos cuenta el efecto que tendrá en los hijos. Si usted es capaz de construir una actitud fuerte y positiva, esa actitud se inculcará a su descendencia. Si usted es negativo, no solo dañarás tu vida, sino que puedes arruinar a tu próxima generación durante muchos años por venir y tal vez para siempre. Por Raúl Gorrín.
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